El sicariato en Medellín hoy en día es una realidad tristemente vivida, pero también una situación claramente pensada y visionada mediante estrategias a desaparecer. Es un ejercicio no común en la sociedad y que involucra a personas, problemas y conflictos
Personalmente pienso que nadie tiene derecho a arrebatarle la vida a otro ser humano; pensamiento que la mayoría de los sicarios lo tienen recóndito en sus corazones.
Por más que en Medellín hallan personas “poderosas” que creen tener el derecho de transportar a otra persona a la nada, no merecen tampoco que los humillen con tal semejante artículo publicado en el periódico EL PAIS de España y mucho menos visionen a nuestra ciudad como “la casa de los sicarios”.
Considero que la ciudad de Medellín posee cosas maravillosas y que hay un sinnúmero de personas luchadoras, emprendedoras, amables que desearían que también resalten lo positivo de la ciudad y no piensen en solo crear vagos y vacios “reportajes”, no por hablar de temas complicados, sino por no tener los suficientes argumentos para justificarlo y probarlo.
A vísperas de la Cumbre
La publicación de tal “reportaje” del periódico EL PAIS de España, repercute notablemente e impacta en el desarrollo de la VI Cumbre de las Américas en Cartagena Colombia, ya que empañan de alguna manera la imagen de los colombianos; pero que también intencionan a reflejar varios temas puestos en la mesa del encuentro latinoamericano.
Acoto que no se trata de desmentir, ocultar las vivencias colombianas, sino de antes tenerlas presentes siempre, para cuando se desvanezcan, sean motivo de orgullo y de superación misma. Un ejemplo para el mundo.
